Entrevista a Cervantes. Eduardo Aguirre Romero. Edición María Fernández Ferreiro. GREC.
Eduardo Aguirre Romero, cervantista madrileño de pro, escritor y periodista del Diario de León publica -desde 1985- una columna sobre la vida cotidiana con ironía cervantina, y no duden los lectores de que les gustará este libro por su extraordinario sentido del humor, algo esencial cuando hablamos de la obra literaria de Miguel de Cervantes, y no sólo de El Quijote. Esta edición de enero de 2023, el autor se la dedica: "con gratitud y afecto a la memoria del arquitecto Jesús Martínez del Cerro (Santander, 1948/León, 2022) constructor de los dos prototipos de la máquina de detectar falsos lectores del Quijote". El prefacio de Valentín E. de Torres-Solanot del Pino (de la empresa colaboradora E21N2) apoya el talento creativo de la colección, <El Quijote y sus interpretaciones> del Grupo de Estudios Cervantinos (GREC) de la Universidad de Oviedo, dirigida por Emilio Martínez Mata y María Fernández Ferreiro, quien escribe una excelente introducción a la Entrevista a Cervantes, texto teatral representado en varias ocasiones desde su primera edición en 2018, lo cual me parece todo un acierto, dada la vocación innata de dramaturgo que tenía Miguel de Cervantes, para que llegue a todos los públicos y fomente la lectura. María Fernández cita, acertadamente, a Eduardo Aguirre al afirmar que: "en estos tiempos inciertos, Miguel de Cervantes, tiene aún mucha luz que ofrecer" y alude a una excelente iniciativa del autor como es el taller de lectura del Ayuntamiento de León: "El Quijote para los mayores".
La Entrevista a Cervantes tiene dos actores principales, el entrevistador, Eduardo Aguirre, que incluso da unas pautas teatrales de "Cómo interpretarme a mí", y "Cómo entrevistar a mi Cervantes", el entrevistado, el mismo que nació en 1547 y murió en 1616, pretexto para aproximarse a los misterios de su biografía. El honor de representar a Cervantes ha recaído sobre la actriz mexicana Ángeles Rodríguez en todas las representaciones teatrales disfrazada de hombre siguiendo una tradición del teatro griego. El desfile de personajes aludidos en la escena son tanto históricos como contemporáneos, con destacados escritores e insignes cervantistas, ya que Eduardo Aguirre llega a gala ser miembro de la Asociación de Cervantistas. Hay una buena referencia en la introducción de María Fernández Ferreiro, La recepción del personaje Miguel de Cervantes en el teatro español, de la que destaco este párrafo: <Hasta el siglo XVIII, el Quijote se venía interpretando como un texto burlesco cuyo autor tampoco había merecido ningún interés, algo que cambia a partir de la biografía de Gregorio Mayans y Siscar, encargada por lord Carteret para su cuidada edición del Quijote (Londres, 1738)>. Por último, el objeto oculto desde el principio en el escenario no se descubre hasta el momento oportuno: la máquina de detectar falsos lectores del Quijote. Habrá que "contar el permiso de los cervantistas" para descubrirlo...
Eduardo Aguirre reconoce en su prefacio, con orgullo, que pertenece a la Asociación de Cervantistas y se considera un "cervanfán", además, de tener en cuenta la verosimilitud de la entrevista como fidelidad a la escritura de Cervantes, tiene otro detalle, éste más conmovedor: "confieso al público que solo por la intermediación de mi difunto padre he conseguido que el autor me atienda. Una vez pactada la premisa inicial, que la entrevista es posible, ¿por qué ha de extrañar que Cervantes tenga tertulia con Unamuno, Martín de Riquer y Dickens? Su inmoralidad es premio y no castigo". También nos dice: <Y concluí en el Quijote humor rima con amor y con dolor>. Eduardo Aguirre prosigue, respecto a mezclar "lo divertido con lo grave": <El secreto de esta piedra filosofal permanecía inescrutable... Cervantes fue el primero en combinar con genialidad lo dramático y lo cómico, que la risa fuera más que risa... Nadie antes había unido así comicidad con hondura y ternura compasiva, si bien el propio Cervantes aún ignora tal potencial en los primeros capítulos del Quijote. Para percibirlo hubo antes que enamorarse de sus personajes, sentirse responsables de ellos. Vapulearlos no conlleva necesariamente que no los ame>. Estoy totalmente de acuerdo en esto, porque a los personajes los vapulea, como a nosotros mismos, la realidad; y también en lo siguiente, por ejemplo: <La inesperada compasión de Maritornes hacia el manteado Sancho... A quién antes se le habría ocurrido incorporar ahí ternura, en un magistral golpe de timón?... Eso no estaba en Lope de Rueda. Y, por supuesto, Nabokov no entendió a Cervantes. Pero no hay un Quijote cómico y otro serio, es un único libro. Esa es la maravillosa condición poliédrica del humor cervantino>.
Eduardo Aguirre cuenta la anécdota de la conferencia, "Bienvenidos al Quijote. Recomendaciones para leerlo sin rendirse", en la Biblioteca Pública de León, cuando destapó la sorpresa ante el público: <Esto es el Quijotrón o la máquina de detectar falsos lectores del Quijote... pero no huyan, que ha llovido y podrían resbalar... mi invento no funciona, ni ha funcionado, ni funcionará; todo lo que hay que hacer es leerlo con gozo>. Otra observación oportuna del autor: <Mientras escribía Entrevista a Cervantes hube de reflexionar sobre si era ético poner en boca del escritor mis propias convicciones, hasta que recordé su "espero veros presto gozosos en la otra vida", en el prólogo del Persiles... Alguien hace épica del humor no se opondría a que en el escenario le haga decir <una vez que te mueres todo se relativiza>. Sin duda, que la sentencia es una verdad como una catedral. La intención de su obra la deja clara como el agua: <Entrevista a Cervantes va dirigida a una sociedad golpeada por una larga crisis económica y de valores, que aún no ha concluido>. Y un piropo elegante a la actriz Ángeles Rodríguez que representa a Cervantes: <logra que funcione la triple rima cervantina de humor, amor y dolor>. <Si os roban el humor os habrán vencido>, le hago decir al escritor, nos indica el autor. Otra de las verdades como puños que aparecen en el diálogo de la ingeniosa y genial Entrevista a Cervantes.
Destaco algunos textos en boca de Cervantes que pone Eduardo Aguirre. A la pregunta: ¿Le gusta ser inmortal? -Cervantes: "No depende de mí. Mientras alguien me lea seré inmortal. Pero le diré algo: los reconocimientos han de ser terrenales. En el más allá no necesito aplausos, laureles, ni maravedíes. Allí (señala el cielo) no hay hambre, ni embargos. Allí comen igual Agamenón que su porquero. Los mercedes ha de ser aquí abajo (señala el suelo)". A una pregunta de Aguirre sobre Unamuno y su excelente libro: ¡Almas jóvenes! (se puede leer en la página web Cervantes Virtual: https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/almas-de-jovenes-776703/html/03ae4b86-4e09-4eba-8ff3-5fbf9eaf605e_2.html#I_0_); en el que se lee: <Don Quijote es inmensamente superior a Cervantes>- ¿Qué le parece? -Cervantes: "Vale más que yo... y que casi todos nosotros... pues nos resume. Y Sancho también nos resume. Pero lea, lea, que seguro que hay más tela que cortar. Aguirre (Lee): "Llego a sospechar que Cervantes se murió sin haber calado en todo el alcance de su Quijote, y acaso sin haberlo entendido a derechas". -Cervantes: "Ni a derechas ni a izquierdas, que nos morimos sin haber entendido nada. (Nostálgico). Ah, Unamuno... tampoco a él se le entendió que era un falso serio. La mitad de lo que escribía era en broma, pero con verdades como puños. Qué genial socarrón trágico. ¿Sabe cómo llama a su mujer? "Mi costumbre". ¿No le parece conmovedor! ¡Mi costumbre!". Que Cervantes no calara el alcance de su obra es una crítica razonable de Unamuno, pero decir "no haberlo entendido a derechas", es una salida de pata de banco de su egocentrismo personal. Ortega en sus Meditaciones del Quijote pone en su sitio a Miguel de Cervantes con páginas memorables a las que ya hemos hecho referencia en este blog. Aguirre: <Entre que publica su primera novela, La Galatea, y la siguiente, el Quijote, pasan veinte años. ¿No son demasiados años? -Cervantes: <Si tira de mi Quijote llegará a Lepanto y a mi cautiverio en Argel, pero también a mis años por Andalucía, requisando gran y aceite, cobrando impuestos atrasados, escuchando con el corazón... Lo que te sucede antes de sentarte a escribir también es parte del libro. Primum vivere, deinde philosophari!>.
Aguirre, alude al Cid... y le pregunta: ¿"Dios, qué buen vasallo si hubiese buen señor?" -Cervantes: "Eso es. Sancho tuvo el mejor de los señores. Don Quijote, la mejor de las causas. ¡Ah, salir a buscar el sepulcro de don Quijote! Dichoso el pueblo que tiene una noble ilusión y la comparte como si fuera una hogaza... Dichoso el pueblo que comparte un anhelo colectivo que agranda>. Todo un ideal para la España de hoy. Ahora Aguirre le habla de Avellaneda y le espeta: ¡Menuda canallada le hicieron! -Cervantes: "Fue una canallada aquí (señala la tierra), pero una vez allí (señala hacia arriba), lo ves todo de otra manera. Sin pretenderlo él, Avellaneda sacó lo mejor de mí. Logró que mi segundo Quijote sea aún mejor que el primero. Y así se lo he dicho". Más adelante dice Cervantes: <Lo importante es amar... como dice mi querido Oscar Wilde. Aguirre. ¡Otro amigo de tertulia! -Cervantes: "Exacto, la que tengo con los anglosajones. Si no es por mi Quijote no inventan el humor inglés". Aguirre (Recelando): <No sabía que hablase usted inglés>. -Cervantes: "Una vez fallecido te vuelves políglota. Hasta entonces no había podido leer a Shakespeare en su lengua. (Recita como si tuviese una calavera en la mano). <To be or not to be, that is the question>... Claro que Willy tampoco podía leerme a mí en español hasta que falleció". En fin, con estos textos se hacen una idea de que la Entrevista a Cervantes abarca múltiples aspectos de la biografía y de las obras literarias de Cervantes que revelan una síntesis magistral creada por un verdadero lector del Quijote: Eduardo Aguirre. En la imagen -cedida por el autor-, a la izquierda la actriz mexicana Ángeles Rodríguez perfectamente caracterizada y Eduardo Aguirre a la derecha. En el centro la máquina del Quijotrón impasible escuchando la conversación.
Por último, quiero decir que tal es la razón por la que recomiendo vivamente su lectura, además, de sonreír estos tiempos difíciles, aprenderán que el humor cervantino, probablemente, fue uno de motivos de su despedida en el prólogo del Persiles: "¡Adiós, gracias; adiós, donaires; adiós, regocijados amigos; que yo me voy muriendo, y deseando veros presto contentos en la otra vida!". Todo un elogio a la alegría de vivir. Y como bien dice Eduardo Aguirre, Cervantes "tiene aún mucha luz que ofrecer", traigo a colación un bello texto del Libro I del Persiles que confirma sus palabras del este fragmento de una de mis entradas del blog: <El capítulo quinto, un bárbaro español, Antonio, se retrata a sí mismo y habla de la España de Carlos V y de Flandes. Sueña con la esperanza de libertad y sufre en el teatro de su conciencia la tragedia de sus desgracias. En el navío de Arnaldo empiezan a embarcarse más personas y surgen dificultades en la navegación con el viento y el frío de las montañas nevadas. Otro de los personajes, Rutilio, cuenta su vida. Y dice una frase para meditar: "La necesidad, según se dice, es maestra de sutilizar el ingenio". Un poema del mar habla del amor y la esperanza como motores para llevar a buen puerto la vida. Aparece un músico hablando en medio portugués, en medio castellano, lamentándose de las penas de su alma que le hacen temer por su vida. Y responde Periandro: Mejor lo hará el cielo, que, yo soy vivo, no habrá trabajos que puedan matar a alguno. Y entra en el diálogo Auristela: No sería esperanza aquella a que pudiesen contrastar y derribar infortunios, pues así como la luz resplandece más en las tinieblas, así la esperanza ha de estar más firme en los trabajos>.
Gracias Eduardo Aguirre Romero por tu Entrevista a Cervantes, uno de esos trabajos ejemplares a los que se refiere el propio Miguel de Cervantes. José María Callejas Berdonés.
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