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José María Callejas Berdonés. WWW.QUIJOTEDUCA.ORG

EDUCAR EN LENGUAJE POSITIVO. El poder de las palabras habitadas. Luis Castellanos. Paidós Educación.

El título del libro, <EDUCAR EN LENGUAJE POSITIVO>, de Luis Castellanos, nos sumerge en nuestro mundo interior que siente, nada más pronunciarlas, <el poder de las palabras habitadas>, este subtítulo de la obra conlleva el gran don de la palabra de todas y cada una de las personas. Su lectura nos llena de esperanza para ser mejores personas mediante el cuidado de la palabras que utilizamos. El lenguaje positivo de Luis Castellanos nos lleva, con afable y diáfana escritura, hacia una nueva visión de la realidad personal, educativa y cultural de nuestro tiempo. Conocí este libro gracias a mi hija Marta que me leyó unas bellas páginas de la obra, también de Luis Castellanos, (pincha el título)<La ciencia del lenguaje positivo>. Recomendamos la lectura, <Educar en lenguaje positivo> de Luis Castellanos, a todos los docentes que, afortunadamente, comienzan con esperanza el nuevo curso académico. El libro está bellamente ilustrado por Noemí Villamuza.


La obra comienza con ejemplos de personas que participaron en el creativo proyecto, como Lucía Portero Castro (13 años) con su "Palabra habitada. Actitud": <Este proyecto sirve para educar a la gente y para que se den cuenta de lo influyentes que son las palabras, también para que perciban que si, por ejemplo, a un niño le enseñas de forma positiva, cuando crezca, él hará lo mismo con sus hijos y, además, será una persona positiva>. Para el autor, si transformas tu lenguaje, transformas tu vida: <Por regla general, cuando hablamos del lenguaje positivo nos vienen a la mente palabras como fantástico, maravilloso, estupendo, fabuloso, genial, perfecto, precioso, felicidad, alegría, esperanza... "Habitar las palabras" y "habitar las acciones" para que el mundo sea mejor, esto es lo que nos motiva y nos hace sentir que tenemos una misión: acercar los beneficios del lenguaje positivo a todo el mundo. Y el beneficio más valioso es la construcción de nosotros mismos>. Ya decía Platón que la filosofía, la sabiduría es el diálogo del alma consigo misma. Para Luis Castellanos: <El lenguaje positivo educa, en primer lugar, la vida por dentro: las palabras positivas de nuestra habla interna son las que se encargan de proteger nuestra vida, nuestros sueños, nuestra alegría..., y, sobre todo, promueven nuestra relación que mantenemos con nuestro cerebro sea positiva, lo cual protege sin duda nuestro futuro>. Pensamiento crítico y neurociencia van al unísono de nuestro lenguaje habitual que nos retrata como somos, y de lo que se trata es de mejorarlo y hacer un mundo de "palabras habitadas" de corazón.

Educar en lenguaje positivo. El poder de las palabras habitadas. Paidós Educación. Madrid. 2018.

La primera parte del libro trata de la importancia de la palabras en la educación. Para Luis Castellanos: <Somos creadores de palabras y somos creadores de historias. Palabras que se convierten en verdad. Palabras que se convierten en mentira. La ética del lenguaje es la precisión de nuestras palabras porque en ellas encerramos la verdad de lo dicho. Son nuestras promesas habitadas, la forma como educamos el futuro en la confianza y en la esperanza.(...) Las palabras nos ayudan a saber quiénes somos quiénes queremos ser en el dolor y en el sufrimiento, en la esperanza y en la alegría. Nuestras palabras pueden ser nuestro peor enemigo o nuestro mejor aliado>. Tras ilustrar con historias ejemplares de personas de distintas culturas y describir los efectos emocionales en la actividad cerebral llega a una conclusión: <El principal resultado que hemos obtenido en diferentes grupos de personas es que la simple toma de contacto con sus palabras positivas de relevancia personal induce un procesamiento cerebral incrementado, si se compara con el efecto de las palabras negativas>. También habla de las infecciones del lenguaje y de la chatarra lingüística que nos invade en la vida cotidiana (sobre todo en las redes sociales) y que hemos de prevenir padres, educadores e instituciones socioculturales.


<La ética del lenguaje es una de las claves de la nueva educación. "Cuida tu lenguaje porque él cuidará de ti y de todos nosotros". "Cada palabra cuenta una a una, cada persona cuenta una a una". Éstas dos frases definen nuestro trabajo, y nuestros días están diseñados y pensados para que estas palabras sean una realidad>. Educar nuestro cerebro mediante el lenguaje positivo es otra de las finalidades del proyecto (en el que hay múltiples referencias a las conferencias TED) que trata de difundir en todas las edades de la vida. <Las palabras son nuestros activos vitales para gestionar y tomas nuestra decisiones. Todo esto exige un cambio de mentalidad, una redefinición de valores. Un nuevo marco de valores del lenguaje que ha de ser universal. El valor de las personas también está en valor de sus palabras. Es una nueva visión y decisión estratégica de la humanidad>. El método de la <Palabra habitada> cuestiona a cada persona: <¿Es tú vida diaria habitable? Tú eres tu propio habitante. Las palabras son habitantes cómodos o incómodos... son el lugar en que vives.(...) <Habitar una acción es vivirla con otra persona, compartirla, para participar en la creación de algo nuevo>. <Las palabras son nuestros anhelos, el impulso de nuestra vida, lo que nos mueve, de manera que descubrir cuál es nuestro estilo lingüístico, que es el estilo de contarnos la vida, nos ayudará a comprender muchas cosas sobre nosotros mismos>. El autor no se olvida del manual de trastornos del lenguaje para curar el Síndrome de Pobreza Lingüística Vital que afecta a nuestra sociedad.


La segunda parte describe el proyecto: <Palabras Habitadas>. Me encanta su original idea de la educación: <EDUCAR ES ATENDER A LOS SUEÑOS DE LOS DEMÁS>.


Resumimos los cinco pasos de un entrenamiento eficiente en el lenguaje positivo:

1) Toma de conciencia de tu lenguaje. (Atenderte a ti mismo para percibir quién eres en tu lenguaje oral, escrito y gestual).


2) Regula tu lenguaje. (Elige las palabras y los gestos que deseas que te acompañen día a día, que ellos no te elijan a ti. Son tus pensamientos habitados. Controla el factor del falseo de tu lenguaje).


3) Alcanza la autonomía de tu lenguaje. (Logra serenidad, sensibilidad, sinceridad y generosidad sin vulnerabilidad. Ése es el poder de tus palabras habitadas. La auténtica libertad de tu lenguaje surge cuando tus palabras son dignas de confianza).


4) Construye las habilidades de tu lenguaje. (Abre la puerta para hacer del mundo un lugar más habitable. Vive la empatía temporal en tu mente y tu corazón. Son tus acciones habitadas).


5) Vive las competencias de tu lenguaje para la vida y el bienestar. (La actitud de tu lenguaje diseña tu presencia habitada, que define tu papel en la vida y la sociedad.

Ama tus palabras, diseñan tu vida).


El punto de partida. Atlas lingüístico matriz (ALMA). <El objetivo más ambicioso de nuestro proyecto es cambiar el curso de la educación y del mundo a través de las palabras habitadas. La fuerza más potente que tenemos como personas para transformarnos y para cambiar es ser conscientes.(...) El IES Profesor Julio Pérez y su director, Juan Carlos Hervás nos han proporcionado un marco incomparable para integrar nuestro proyecto tanto entre los estudiantes como entre los educadores y las familias. Con ellos hemos recorrido durantes siete meses las rutas de las palabras y los resultados inequívocamente sorprendentes. (...). Las palabras que forman parte de su lenguaje son hoy nuestro punto de partida y lo llamamos ALMA, acrónimo de atlas lingüístico matriz. Es nuestro mapa de inicio... un diagnóstico eficiente de cómo vivimos. Nuestro estilo de lenguaje va unido a nuestro estilo de vida... Para elaborar el ALMA realizamos unas preguntas que tienen que ver con la vida que vivimos, con nuestros sueños, con nuestros deseos, con nuestra visión del mundo.

1. ¿Qué historia de vida deseas para tus hijos o alumnos?

2. ¿En qué mundo te gustaría que viviesen tus hijos o alumnos?

3. ¿Qué quieres aportar a tus hijos o alumnos?


Entre las respuestas de los padres aparece el deseo común, según Luis Castellanos, que los hijos sean felices y hagan felices a los demás. <Una vida en valores y principios como la honestidad, la libertad, la solidaridad, la justicia, el respeto, el esfuerzo, el compromiso, la superación, la responsabilidad, la humildad, la generosidad, la tolerancia, la igualdad, la paz, la empatía(...) Una historia en que se sintieran protagonistas de su vida, haciendo algo que les gustase de verdad y que les llenara como personas. Con amor, amistad y felicidad>. Entre las respuestas de los docentes me identifico con esta: <Que mis alumnos sean personas curiosas, creativas, que tengan la mente abierta y que consigan tener una vida acorde a su proyecto personal>. Respecto al mundo en que vivimos: <En un mundo en el que la escuela enfoque su mirada en la persona de forma íntegra, sin descuidar aspectos externos al puro conocimiento>. Un espléndido itinerario pedagógico de narraciones vitales de familias, educadores y alumnos entreveran la maravillosa experiencia que han vivido en el instituto, todo ello con un enfoque interdisciplinar de toda la comunidad educativa con un plan de acción para profesores y alumnos. Y de actividades creativas, como las listas de comprobación del lenguaje que constituyen, junto a los ejercicios de entrenamiento del lenguaje positivo para padres y docentes, todo un hito de innovación didáctica de referencia global.


Este proyecto ALMA me traen a la mente estas palabras de Cervantes: “Si el poeta fuere casto en sus costumbres, lo será también en sus versos; la pluma es lengua del alma: cuales fueren los conceptos que en ella se engendraren, tales serán sus escritos”. Don Quijote, II, XVI. Para Luis Castellanos: <El lenguaje positivo favorece la educación en conocimientos porque mejora y amplifica el aprendizaje, y también favorece la educación en comportamientos al crear un ecosistema positivo que mejora las relaciones con uno mismo y con los demás, de manera que todos los participantes del proceso educativo alcancen su máximo potencial>. Todo un reto educativo para nuestro tiempo.


La tercera parte se titula: Los resultados sí importan. Para Luis Castellanos: <El lenguaje es reflejo fiel de lo que somos. Vivimos en las palabras y con las palabras.(...) Si nos importan los valores como la generosidad, el respeto, el amor, la amistad y la confianza quizá podemos empezar a educar nuestras palabras para que sean más generosas, respetuosas, cariñosas y amigables y dignas de confianza. Dar lugar en nuestro lenguaje a los valores que deseamos para nuestro hijos, así de sencillo>. El autor es consciente en el desarrollo del libro de las dificultades del profesorado en el sistema educativo, no sólo en el ámbito local sino global, sin embargo, propone tres "superpoderes: tiempo, energía y valentía para cumplir los sueños". <Estamos estancados en los debates vacíos sobre qué sistema educativo es mejor, enfrascados en peleas conceptuales acerca de qué valores queremos educar, mientras el tiempo sigue pasando y las vidas de muchos miles de niños también>.

Describe relatos de motivación de historias ejemplares de personas que habitan la diversidad cultural del planeta Tierra, como la importancia de dar un nombre a un hijo en Etiopía. <En el nombre va la persona>, decía Miguel de Unamuno. Para Luis Castellanos: <En definitiva, la educación tiene mucho que ver con la esperanza que aquí, en otra parte del mundo, empieza a poner el nombre de pila y con la alegría que viven los padres al elegir un nombre. Porque cuando tenemos un nombre sabemos a quién queremos educar: es mi hijo/a. Desde ese mismo momento ese nombre identifica a esos bebés como únicos. Piensa y reflexiona un momento en el nombre de tu hijo y descubrirás que es una palabra que respira libertad, esperanza, sueños, alegría>.


La conclusión del autor se pueden sintetizar en estas acertadas palabras: <Con el proyecto <Palabras habitadas> nos hemos centrado en explorar qué significa vivir con palabras positivas en nuestros hogares, en nuestros colegios, en nuestras ciudades. Palabras con el poder de ver las cosas que pueden cambiarnos la vida, que pueden aumentar la felicidad... Palabras que pueden llevarnos a lugares inaccesibles para nosotros y construir otra parte muy concreta y amplia de un futuro posible>. Y el futuro empieza con la lectura del <Educar en lenguaje positivo>, de Luis Castellanos quien, en el más puro estilo cervantino, hace un agradecimiento a las personas que, con nombre y apellidos, han hecho posible el libro, pues el agradecimiento es la primera palabra del lenguaje positivo, como dice Miguel de Cervantes: <De gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben, y uno de los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud>. DQ, I, 22. Mi agradecimiento a Luis Castellanos por educarnos en el lenguaje positivo. Gracias de corazón.





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