Valores de la persona (3). Consejos de don Quijote a Sancho (II, 42 y 43).
Ilustración de un alumno del valor del diálogo de los consejos de Don Quijote a Sancho.
Dibujo original del alumno DAVID QUINTERO.
Reflexiones críticas de alumnos sobre los Consejos de don Quijote.
<En el consejo doce la moral sería los motivos por los que Sancho "doblaría la vara de la justicia", es decir, no la cumpliría al pie de la letra; la ética serían los motivos por los que podría permitirse incumplirla: por la misericordia, y no por el soborno. En el consejo quince la moral sería la forma de reaccionar Sancho si una bella mujer fuera a pedirle justicia; la ética sería lo que debería hacer: "quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide". Por último, le dice que que si sigue sus consejos e intenta gobernar lo mejor posible (haciendo las cosas como él crea que deben de hacerse), será muy feliz (viendo recompensado su esfuerzo). Yo creo -prosigue su coherente argumentación el alumno y subraya en negrita- que la felicidad absoluta no existe (siempre habrá momentos mejores o peores, pues así es la naturaleza humana), no obstante, creo que para ser lo más feliz posible hay que encontrar el equilibrio entre los principios y las acciones, y sobre todo intentar ser optimistas con los que nos rodea (y con la vida en general), ya que tenemos mucha suerte de llevar la vida que llevamos (no olvidemos las condiciones en las que viven en el tercer mundo) y debemos ser conscientes de esta suerte, aunque en muchos aspectos quede mucho que mejorar>. (A.F.M.) (2002).
"Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros". Don Quijote quiere decirle a Sancho que no se deje llevar por los sentimientos, ni por los impulsos, (alude al emotivismo moral frente a la racionalidad ética) sino que piense, que se guíe por sus propios criterios e intente hacer justicia>.(L.T.)(2002).
<En este capítulo, Cervantes deja atrás la locura bondadosa de don Quijote (que no deja de ser utópica), para convertir al personaje en un hombre completamente cuerdo y seguro. Con estos consejos Cervantes arremete de una forma clara contra la justicia y el gobierno de su tiempo. Durante esta época, España estaba gobernada por Felipe III y su valido el duque de Lerma. Lo más característico de esa época fueron los gobernadores (quizás lo más corruptos de la historia de España) y la falta casi total de justicia (no de jueces y juzgados, sino de justicia. También creo que en este capítulo Cervantes, no solo hace una crítica a la sociedad de su tiempo, sino que da un aviso a las sociedades y gobiernos venideros. Cervantes sabía que estos consejos, aparentemente sencillos, una sociedad del siglo XVII no estaba para asumirlos y menos aún para aplicarlos. Por lo tanto, creo yo -prosigue su lúcido comentario la alumna-, que él los escribió para una sociedad como la nuestra, más culta y preparada, que no solo pueda interiorizarlos sino aplicarlos. Supongo que tenía la esperanza de que estos principios se cumplieran e hicieran, quizás no en un mundo perfecto, pero si un mundo más justo y mejor. Después de esto, yo creo que Cervantes no solo pretendió cambiar la sociedad de su tiempo, sino que además previniendo el futuro, nos puso en bandeja las bases para formar una sociedad más unida, que ayudara estabilizar poco a poco un mundo que muchas veces parece que se nos va de las manos>. (M.F.M.)(2005).
<"Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible, casarás tus hijos como quisieres, títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirás en paz y beneplácito de las gentes... Don Quijote le dice todo lo que pueda ganar si se comporta moralmente correcto, haciendo ver de sus cualidades y siendo en fin "PERSONA">. (A.U.)(2002).
El último comentario de la alumna sintetiza el capítulo en la palabra PERSONA. No en vano, Cervantes, como se ve en el texto a la izquierda del cuadro sinóptico, escribe, no exento de ironía, en el comienzo del capítulo XLIII:
"¿Quién oyera el pasado razonamiento de don Quijote que no le tuviera por persona muy cuerda y mejor intencionada?"...
Para saber más de mi visión filosófica sobre los Consejos de Don Quijote a Sancho descarga el PDF en la página web de la Universidad Complutense: